8 de febrero de 2018

Érase una vez un hombre que jugó a ser Dios...


 Buenas y lúgubres noches, mis tristes ánimas en pena. Hemos regresado.


Este año les estamos preparando algo muy especial. Por la conmemoración de los 200 años de la 

publicación de la celebérrima novela Frankenstein o el Moderno Prometeo de Mary 

Wollenstonecraft Shelley, hemos decidido rendirle un merecido homenaje a esta autora inglesa; la

madre de, quizás, la Criatura más icónica que ha trascendido generaciones, géneros, gustos, sustos, 

ha sido inmortalizado (chiste) infinidad de veces en cine, televisión, música, cómics, caricaturas, 

parodias, homenajes; pero quizás su representación más conocida es el Gran Monstruo, Boris 

Karloff, el primer arquetipo de Frankenstein del celuloide, de 1931, que pasó a convertirse en uno de 

los Monstruos Míticos del cine. El cadáver más famoso de la literatura y el cine, y el Monstruo que 

en su enfermedad y soberbia desafió las leyes naturales y divinas... el castigo de Prometeo pesa sobre

ambos.


No sean tímidos, acérquense, sírvanse un poco de ginebra ("es mi única debilidad"), levanten la copa 

y brinden con nosotros "POR UN NUEVO MUNDO DE DIOSES Y MONSTRUOS".


No se desconecten que esto apenas comienza y se va a poner sabroso.

Dulces pesadillas.

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