14 de febrero de 2018

El Comienzo...


Era una noche tormentosa, o por lo menos así cuenta la anécdota (muy apropiadamente Romántico); ese año sin verano de 1816  coincidieron en la casa de veraneo a orillas del Lago Ginebra en Suiza del grandioso poeta Lord Byron, John William Polidori (su médico), el también grandioso Percy Shelley, Mary Wollenstonecraft (Godwin) Shelley, con su hermanastra Claire Clairmont y su padre William Godwin. Un tanto por ocio, un bastante escapando de la miseria y la hambruna que asolaba Europa, a causa de la coincidencia de los desastres meteorológicos que impactaron a escala global. Con esos ánimos lúgubres y apocalípticos comenzaron las historias de horror, incitadas por el propio Byron, y según cuenta la historia, excitados por la lectura del poema Christabel, se propusieron el reto de escribir cada uno una historia de horror.

Curiosamente, de Byron y Shelley surgieron unos relatos un tanto vagos e intrascendentes, trabajos deslucidos para tan tremendos poetas. No obstante, de Mary y John william surgieron los dos arquetipos (tan maleables, tan mutables, tan "vivos") que persisten hasta nuestros días; el horror por lo no vivo; el cadáver reanimado y el vampiro. Mary Shelley escribió un relato que posteriormente se gestaría en la novela más icónica de su siglo, Frankenstein o El Moderno Prometeo, un relato a medio camino entre la novela gótica y la ciencia ficción, cuenta la historia de Viktor Frankenstein (el también arquetipo del "científico loco"), quien en su soberbia de desafiar a Dios,a la Ciencia, a la mortalidad y a la propia existencia humana, logra reanimar un cadáver compuesto por partes de otros cuerpos, por medio de electricidad (Mary se inspiró en avances científicos de su época basados en experimentos galvánicos para la reanimación de tejidos semi-vivos), la Criatura, el Monstruo por antonomasia. De Polidori  surgió El Vampiro, el arquetipo de la criatura que se alimenta de la sangre de inocentes, que después sembraría terreno para obras tan grandiosas que nutrirían el mito vampírico como Varney, el Vampiro de James Malcolm Rymer, Drácula de Bram Stocker, o su contra parte femenina, Carmilla del también irlandés, Joseph Thomas Sheridan LeFanu.

Estos autores marcaron un antes y un después en cuanto a literatura de horror se refiere, y a todas las influencias y repercusiones que han tenido y tienen hasta el día de hoy, y no solamente en la literatura, en el cómic, novela gráfica, cine, teatro, en la cultura popular, en caricaturas... el vampiro y la criatura de Frankenstein están en todos lados, han trascendido a ser de los grandes Mitos literarios (que no es poco). Es por esto, que este año decidimos rendirle homenaje a esta GRANDIOSA escritora inglesa, cuya importancia como figura literaria, es innegable.

Muchas gracias, Mary Shelley, y aquí va este pequeño pero muy sentido homenaje para usted.

Y arrancamos...

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